Extrañarte más que un palabra es una afirmación, todos los días te veo
junto a mí, todos los días puedo oír tu voz y cada vez que me doy cuenta que
todo esto es una mentira que mi mente diseña para retardar mi sufrimiento, me
vuelvo loca de dolor, no puedo dejar de sentir tus caricias en mi rostro, no
puedo dejar de escuchar tu voz, me he vuelto tan similar a ti que no puedo
dejar de hacer las cosas que te gustan.
Te veo en todas partes, te veo en mi trabajo, te veo observando cada
diseño que creo, pero ni siquiera sabes que todo lo que dibujo es de acuerdo a
tus gustos, de acuerdo a tu aroma, de acuerdo a tus colores favoritos, por eso
toda mi casa y hasta mi ropa no se aparta del azul y negro, son los únicos
colores que puedo dar por existentes, son los únicos símbolos que me unen a una
eternidad sin ti, o por lo menos alejada de ti, no puedo más con esta realidad,
no puedo dormir sin imaginarte a mi lado, ni la medicina me logra quitar lo que
mi memoria se niega a olvidar.
Dibujo y dibujo sin motivo y sin razón esperando que tú entres por esa
estrecha puerta e ilumines mi vida antes que el carbón del lápiz me consuma por
completo.
Llévame a donde tu estas, hola ¿eres
tú? , no puedo creer que seas tú, déjame acercarme a darte un abrazo, estoy
dando pequeños pasos para disfrutar de este momento, ahora me encuentro frente
a tu figura, estiro mi mano para tocar tu rostro y entre lágrimas me doy cuenta
que solo es otro espejismo que he creado con mi corazón.
Caigo de rodillas al piso
intentando buscar abrigo en mis fríos brazos, pero no funciona ya no existe el
calor, ya no existe nada, todo ha desaparecido, me he quedado encerrada en mi
memoria y en un cuarto lleno de tus recuerdos, un cuarto que fue testigo de un
amor tan grande como el universo, pero tan pequeño como la punta de un lápiz.
Me arde el corazón, busco medicina en el baño para aliviar este dolor,
tomo un sin número de pastillas y muchas de ellas se riegan al piso, pero ahora
no me importa nada, ahora quizá con esto podré encontrarme contigo, pero porque
el espejo en donde nos reíamos cada mañana ahora está roto y solo observó la
mitad de mi rostro, y la otra mitad donde está, ¿Dónde estás?
Lloro sin termino, lloro hasta quedarme seca, el espacio que ocupas en mi
vida es tan grande que ahora hay un agujero que no sé cómo llenar.
No me dejes, grito descontroladamente, no me dejes, por favor vuelve, son
las palabras más dolorosas que he podido decir, pero nadie me escucha solo soy
un eco en un cuarto oscuro.
Me levanto casi gateando para buscar tu silla favorita, me siento he
imagino que soy tu, trato de ser dos personas para cambiar el aire frío por el
dulce aroma de tu presencia,
He comprado miles de cajas de tu perfume favorito y lo he puesto todos los
días tratando de cambiar el oxígeno por el dulce aroma de tu cuerpo. Pero ahora
sin motivo sin lugar a encontrar una solución. Busco el último lugar donde me dijiste
que me amabas. alcanzó tu brazo en la fría mesa que ahora es la única que
entiende mi dolor, sollozo a gritos tu nombre pero no me escuchas, pido a la
vida que me devuelva tu alma, pero ya es demasiado tarde, nunca pudiste
escuchar las palabras te amo.
Perdóname jamás lograré devolverte los detalles que me enamoraron. Te amo,
te amo que no entiendes por favor levántate, ya no puedo soportar verte
acostado sin ninguna reacción, no soporto ver lo que está pasando, caigo
nuevamente de rodillas, y gasto mis últimas lágrimas en más y más
lamentaciones, que jamás me devolverán los recuerdos que mi menoría apresa como
un presente, tu aroma esta desapareciendo de nuevo. No soporto dejar de
degustar tu aroma, no me resigno a perderte. Esto no puede ser cierto, no me
pudiste jurar amor eterno y dejarme sola en la eternidad solo con palabras.
Despierta, despierta, te golpeo para que de alguna u otra forma tu corazón
vuelva a latir, me aferro a tu cuerpo, te abrazó con toda la fuerza que me
queda pero no pueda hacer que mi calor permanezca en tu cuerpo. Ahora que debo
hacer, que debo de decir, como debo de seguir, camino como una alma en pena
alrededor de tu cuerpo, pero no reaccionas, ahora ya no tengo fuerzas para
seguir caminando, mis pies se resbalan y mi vestido azul se comienza a rasgar
de la desesperación, pero ¿que estoy haciendo? estoy rompiendo el vestido que
me regalaste, me estoy volviendo loca, como puedo quitarme este dolor, ahora
con el vestido destrozado me arrodillo a llorarte, un llanto más agónico que
cualquier tortura.
No puedo, no puedo, no puedo seguir viviendo así, salgo corriendo para
destruir lo que me mantiene cautiva, todos los trajes que diseñe para ti fueron
víctimas de unas tijeras que destrozaron lo que me costó meses elaborar.
Pero no puedo destruir tu traje de matrimonio, no puedo, no puedo arrancar
la imagen de tu rostro cuando lo usaste por primera vez, me aferró fuerte a ese
maniquí que ahora ocupa tu lugar, pero no es lo mismo, toda la calidez de tu
cuerpo se convirtió en un frio más helado que la misma muerte.
No tengo corazón para acabar con el único recuerdo que me queda de ti,
pero siento como mi vida se va apagando y la muerte ahora viene en mi búsqueda,
pero no me iré sola, sé que me estarás esperando.
Desvisto al maniquí que se ha atrevido a ocupar tu lugar y llevo tu traje
hasta la puerta del lugar donde te encuentras y con mi último suspiro llego
hasta la mesa que ahora es lo más próximo de mi vida. Con mi último suspiro
visto a la razón de este dolor y reposo a su lado hasta que por fin la muerte
vino, y antes de cerrar los ojos un te amo y una lágrima sellaron todo este
dolor, con el profundo deseo de encontrarte en cualquier lugar y en cualquier
tiempo.
Seudónimo de la Autora: Hana Ozare
No hay comentarios:
Publicar un comentario